Es muy importante cifrar la información cuando navegamos por Internet. El objetivo es proteger la información que intercambiamos o los datos que publicamos. Y, aunque ahora relacionamos estas técnicas con la tecnología, el uso de la criptografía es tan antiguo como la escritura.

¿Qué es la criptografía?

La criptografía es una rama de la informática que se basa en la utilización de complejos algoritmos matemáticos para cifrar los mensajes. A través de esta técnica es posible cifrar la información para que solo el emisor y el receptor puedan descifrarla.

La criptografía debe cumplir cuatro requisitos: confidencialidad, ya que solo las personas autorizadas pueden acceder a la información; integridad, porque el receptor debe poder comprobar que el mensaje no se ha modificado en el camino; autenticación, puesto que los dos interlocutores deben ser capaces de identificar la identidad de la otra parte, y no repudio, ya que ninguno de los interlocutores puede negar que ha llevado a cabo cierta acción o ha transmitido una información.

¿Qué tipos de cifrado existen?

Existen dos tipos principales de cifrado:

– Criptografía simétrica: los más característico de este cifrado es que existe una clave, que tanto el emisor como el receptor conocen (se utiliza la misma clave para cifrar y descifrar el mensaje). El intercambio de esta clave debe hacerse de forma segura, para poder garantizar que solo el emisor y el receptor la conocen.

– Criptografía asimétrica: está basada en el uso de dos claves: la pública, que se puede transmitir a todas las personas que necesiten mandar alguna información cifrada; y la privada, que es aquella que solo la persona que la recibe es capaz de descifrar (no debe ser revelada nunca).

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